¿Qué hay por aquí?

07 febrero 2011

Reconciliación

«Con un palito trazaba signos en la arena. Súbitamente suspendió el palito en el aire y miró al cielo. Nada hacía prever que aquel acto decidiría su vida, pero así fue. (...) Poco después estaba sentado ante un papel en el que acababa de escribir la palabra "cielo". Estuvo por añadirle gris o azul pero dudó, tachó, corrigió... "El cielo azul se hace gris / como mi alma entre las hojas", fueron sus dos primeros versos. Entonces se levantó y fue a mirar el cielo. Se sintió tan dichoso que hubo de respirar hondo, con los ojos cerrados, para que la dicha no le ahogase con su fragor de lluvia torrencial. Desde ese día, escribió versos sin descanso.»
Luis Landero, Juegos de la edad tardía

Sé que me gano a pulso la poca credibilidad cuando a los cinco días de empezar algo, desaparezco diez. No ha sido en vano, he necesitado centrarme en algunos aspectos de mi vida y poner en orden muchas otras cosas. Han sido días aparentemente vacíos, pero son muchas las conclusiones a las que he llegado. La más importante para este blog es que he vuelto a reconciliarme con las palabras. Como dije en una entrada anterior, las palabras unidas a mi mente algo enferma, capaces de crear engaños y ambigüedades, fueron menguando, paradójicamente, mis ganas de escribir. Pensé que ya había dicho demasiado, quizá ofuscada por el pensamiento de que no interesa lo que diga o que no estoy capacitada para decirlo como quisiera, pero he comprendido, aunque sea algo obvio, que primero tengo que escribir para que los demás puedan opinar y, sobre todo, para seguir aprendiendo.


1 comentario:

Miguel Ángel dijo...

Está muy bien retar a las propias expectativas que nos perjudican. El primer paso para romper "la profecía que genera autocumplimiento".

A seguir escribiendo!

Un abrazo^^