¿Qué hay por aquí?

25 enero 2011

Una imagen vale más...

Los cumpleaños suelen ser motivo de celebración o de depresión, según el caso, pero cualquiera de los dos motivos lleva intrínseca la reflexión, el balance entre pasado y futuro, la ilusión o la resignación ante los buenos propósitos. Al cambiar el dígito y empezar una nueva década todo esto se intensifica aunque, realmente, cambia poca cosa. 

En mi caso, todo sigue igual, no me siento ni tan joven ni tan vieja como otras veces; tengo la misma vida, los mismos sueños, los mismos fracasos, las mismas arrugas... Solo hay matices, delgadas grietas en la apreciación de aquellas pequeñas cosas.

Debo reconocer que con el tiempo me he vuelto un tanto huraña y quizás por eso nació la necesidad de crear este engendro de escritos, fotos y música. Las palabras producen tal cantidad de ambigüedades y engaños, aún estando cargadas de buenas intenciones, que siento que ya he hablado demasiado en mi vida, de la misma manera que ya he oído demasiado. Aún así, dejo la puerta abierta a que esto sea solo un recurso como cualquier otro para expresarme cuando se me antoje, para esas veces en que considere que no es tan malo lo que escribo, aunque lo sea. Espero progresar adecuadamente.

1 comentario:

Dama Blanca dijo...

Lo haces sin saberlo... progresar adecuadamente... por favor sigue escribiendo