¿Qué hay por aquí?

10 noviembre 2011

¡Si votas, no te quejes!

Siempre me ha dado rabia que me digan que si no voto en unas elecciones no tengo derecho a quejarme después. ¿Por qué? ¿Acaso es una obligación votar? ¿Dejaré por ello de ser ciudadana (y persona)? ¿Es tanto el poder al que estoy sometida que si no voto, los de arriba anularán por completo mis derechos? ¿Soy hipócrita por opinar sobre política aunque no haya hecho nada por elegir a un partido u otro? ¿Acaso no opina la gente sobre fútbol sin ser ella la que se debate en el terreno de juego? ¿Acaso no son igual de hipócritas y cojoneros (perdón por la expresión) aquellos españoles que durante los cuatro años de legislatura (del partido que sea) se han pasado tres años y medio, o más, maldiciendo y echando culebras sobre el presidente que ellos mismos eligieron? Y ejemplos de estos tengo unos cuantos, pero no quiero entrar en detalle, ni posicionarme por ningún partido, evidentemente.

Personalmente, siempre he considerado más sensato lamentarse por algo que no has hecho (por ejemplo, no votar), que quejarse por algo que has hecho con toda premeditación (por ejemplo, votar), pero no pretendo formar bandos, tanto en un caso como en otro se trata de quejarse, somos todos iguales, ¿acaso no es ese uno de nuestros deportes nacionales favoritos? Pues o nos podemos quejar todos o no se queja nadie. No consiento que se me juzgue por no participar de algo en lo que no creo ni que me digan cuándo puedo o no opinar, aplaudir, o quejarme o exaltarme.



Al margen de mis divagaciones, en este video el abogado Antonio García Trevijano hace una brillante defensa de la abstención electoral. El fragmento está extraído de un debate que se emitió, no sé exactamente el año, pero debió ser entre 1976 y 1985 en Televisión Española, en el programa La Clave. 

Creo que es la primera vez en muchos años que escucho argumentos que no pretenden manipular los sentimientos con aquello de que si no se vota se favorecerá a unos u otros (en el momento en que se piensa esto, el voto ya está condicionado y corrompido) o con eso de que debemos hacerlo por aquellos que lucharon o se quedaron en el camino para que disfrutemos hoy de nuestro derecho al sufragio universal... Pues con más razón, por todos aquellos que lucharon es por lo que no hay derecho a que esté pasando lo que está pasando actualmente con nuestros políticos y nuestro sistema electoral (y económico y social y cultural... pero eso ya es otro blog).

Ya para acabar, esto me recuerda a un debate que surgió no hace muchos años (y a día de hoy aún sigue) sobre la ley que permite a las parejas homosexuales contraer matrimonio. ¿Significa eso que todas estas parejas están obligadas a casarse? Como ya se les ha reconocido el derecho legal a hacerlo y ha costado tanta lucha y tanto sufrimiento... pues por narices todos a pasar por la vicaría, simpaticen o no con la institución matrimonial, ¿verdad? 

4 comentarios:

Cajero electoral dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=z0KTEoe7MUY :]

Anónimo dijo...

https://www.youtube.com/watch?v=mczFrBYUAkY :]

Anónimo dijo...

Mucha suerte y muchos ánimos, como quiera que te llames. Estos días estoy teniendo problemas por defender mi derecho a no votar. El nivel de crispación social que vivimos en la actualidad es tan alto, que probablemente tenga que perder algún que otro amigo. Movidos por nuesta parte emotiva, no son capaces de entender que votando legitimas un sistema en el que no crees. Es bien al contrario. Si juegas un partido de tenis, luego tienes que subir a la red a felicitar a tu contrincante después de haberte vapuleado. Y encima, te dan la raqueta sin explicarte para qué sirve.

Mi dirección es enricst@terra.es y en Facebook me encontrarás como Enric Santiañez Tió.

Menlove Avenue dijo...

Anónimo 3, te doy la razón y, si me lo permites, un consejo (que no soy muy dada a darlos): no dejes nunca que la política (ni el fútbol) te haga perder amigos. En la vida hay cosas "sagradas" (la amistad creo que es una de ellas), la política, tal y como nos la venden, no lo es. No se merece ningún sacrificio de ese tipo, que bastante nos quitan ya.